En la optimista ‘Sing For You’, el tema que abre el álbum Our Bright Future, Tracy Chapman, que actualmente celebra su vigésimo aniversario como artista de grabación, repasa brevemente pero con ternura toda la música que ha dado forma a su vida. Sin embargo, en la mayor parte de su octavo disco de estudio, Chapman se centra más en el presente, tratando los conflictos políticos y/o sociales del mundo y las escaramuzas privadas del corazón. Mezcla con elegancia los arreglos simples de banda clásica con las potentes emociones universales, y durante el transcurso de las once canciones va desvelando varios significados posibles, tanto de preocupación como de esperanza, con respecto al título del álbum que ella misma ha escogido.
Al grabar su anterior álbum en 2005, titulado Where You Live, Chapman permaneció en su residencia de San Francisco, creando un estudio a medida a partir de un antiguo local de ensayo. Esta vez ha pasado dos meses en Los Ángeles junto al coproductor Larry Klein y un grupo multigeneracional de codiciados músicos con quien grabó en los estudios Henson, la histórica parcela que en su época fue propiedad de Charlie Chaplin y posteriormente pasó a manos de A&M Records. Sin duda era un escenario prometedor para Chapman en ese momento crucial de su carrera: el local, donde Chapman había grabado ya previamente su álbum de 1992 titulado Matters of the Heart, en la actualidad alberga salas y estudios de producción a los que acuden numerosos artistas con los que ha trabajado o se ha encontrado a lo largo de las dos últimas décadas. Como ella dice, “Era como si estuviera participando en This Is Your Life. En cada esquina había alguien a quien conocía de algún modo.”
De hecho, Klein, ganador del Grammy al Disco del Año 2007 por su coproducción de River: The Joni Letters, de Herbie Hancock, fue el bajista en el disco de debut de Chapman, en el siguiente, Crossroads, y en las respectivas giras. Dice de él Chapman: “Es un gran músico y además es un personaje muy divertido, lo cual es algo que nunca olvido. Tras varios años en el estudio, he logrado entender que el proceso es tan importante como el resultado. Quería pasármelo bien haciendo este disco, y nunca está de más tener a alguien que sepa tomarse las cosas con humor y hacerte verlo todo desde otro punto de vista cuando pasas por momentos de estrés. Larry y yo siempre nos hemos llevado bien.”
Klein convenció al teclista Larry Goldings (John Mayer, Madeleine Peyroux) y el batería Steve Gadd (David Sanborn, Paul Simon) para que vinieran a tocar con ellos al enterarse de que ambos tenían pensado tomarse un descanso de su gira con James Taylor. Junto a ellos se incorporó el veterano guitarrista Dean Parks (Michael Jackson, B.B. King), y además también tocaron algunas canciones el batería Joey Waronker (Beck, Nelly Furtado), el teclista Rob Burger (Norah Jones, Rufus Wainwright), y el guitarrista Joe Gore (Tom Waits, PJ Harvey, the Eels). Así pues, Chapman tuvo la oportunidad de colaborar, la mayoría de las veces en directo en el estudio, con dos “bandas” distintas: los músicos de estudio veteranos por una parte y los jóvenes por otra. En ambos conjuntos Klein tocaba el bajo. A pesar de la diferencia de formaciones, el resultado es un sonido uniforme y armonioso. Una atmósfera sutil y emotiva lo envuelve casi todo, y en ‘A Theory’, incluso puede adivinarse un toque rústico.
Para los fans de toda la vida, ‘Sing For You’ puede evocar recuerdos de la primera vez que escucharon la voz fascinante y directa de Chapman en 1988, momento en que aparentemente surgió de la nada para poner patas arriba las emisoras de radio y la MTV con su destreza narrativa, inspirando una renovación actualizada del movimiento de compositores socialmente comprometidos. Para Chapman, la canción se remonta incluso a épocas anteriores, canalizando algo más profundo, más global: “La gente me pregunta: ¿Para quién es? ¿A quién le cantas? Pienso en infinidad de ocasiones distintas, gente cantando para mí o yo misma cantando, quizá las canciones de la radio con mis amigos o mi hermana, o cantando en el coche, o bailando en una fiesta. También podría ser un padre cantándole a su hijo. Todas esas cosas me vienen a la mente.”
Otras de las canciones pueden parecer curiosamente autobiográficas, pero Chapman siempre pretende ofrecer una perspectiva más amplia, establecer una conexión con su público. En ‘Thinking Of You’, imagina a alguien confundido por la irracionalidad del amor “obsesivo y no correspondido”: “Pensé en un científico que padecía de mal de amores y se veía obligado a hallar el modo de superarlo, y me vinieron a la cabeza todas las teorías científicas que el personaje utilizaría para justificar su situación.” El mundo debe de ser plano, afirma con tristeza, porque si no, su amante volvería con él. Más irónica es ‘I Did It All’, un tema al estilo jazz cabaretero que ofrece una visión divertida de la cultura del culto por la imagen, en la que un personaje ebrio de cócteles intenta involucrar a alguien en la historia de su vida no lo suficientemente extravagante.
La supervivencia es uno de los temas principales y más conmovedores en Our Bright Future. ‘For A Dream’ trata con emotividad la tragedia de una familia sin nombre. No se centra tanto en las circunstancias ocurridas como en la voluntad del narrador de seguir adelante: “En ningún momento hablo con claridad sobre lo que le ocurrió a esa familia; solamente hablo de que ocurrió algo trágico. Este personaje, más que sentirse afectado, trata de analizar la situación y encontrar un lugar donde poder continuar con su vida, preguntándose y admitiendo lo que pasó, pero siendo capaz de seguir adelante y sobrevivir.” En ‘The Last Person on Earth’, el narrador se encuentra sólo y aparentemente abandonado mientras océanos desbordados inundan todo a su alrededor. “En parte está inspirada en el huracán Katrina,” explica Chapman. “Todo el mundo vio lo que ocurrió en Nueva Orleans; la gente tuvo que valerse por sí misma en un momento de gran necesidad y crisis.”
‘Something To See (No More War)’ en cierto modo contrasta melancólicamente la visión del mundo tal como es con la del mundo como podría ser. Primero Chapman ideó los arreglos a modo de rock melódico, pero el corte final tiene un sentimiento más dulce, aunque no por ello menos absorbente: “No recuerdo el momento exacto, pero estábamos tocando y nos gustó. Fuera lo que fuera lo que tenía en mente todavía seguía allí, pero me di cuenta de que habíamos tocado una versión de la canción que parecía expresar más certeramente el sentimiento y la lírica. Aunque en su momento no pensamos en ello, me recuerda a los Staples Singers. Siempre me han gustado los Staples, el sonido y la emoción de sus discos; te llegaban realmente, te hacían partícipe de la magia con el tono de sus canciones. Después de un tiempo escuchándolo, me di cuenta que ese era el camino musical a seguir. No hay nada que quisiera cambiar. Es como una oración o una plegaria serena.”
Después de grabar el álbum, Chapman preparó su viaje a Europa para su primera gira en solitario desde hacía una década. Al verla sola al frente del escenario recordamos por qué nos enamoró inmediatamente veinte años atrás. Our Bright Future, con sus interrogantes, sus desafíos y sus esperanzas de un futuro mejor, ilustra perfectamente el porqué siempre regresamos al origen.
Michael Hill
10/08
